Defensa antioxidante:
Durante la producción de energía, se generan radicales libres que pueden afectar negativamente a la piel. La Q10 ayuda a neutralizar estos compuestos antes de que causen daño, contribuyendo a prevenir signos de envejecimiento como las arrugas y la pérdida de firmeza.
Producción de colágeno y elastina:
Además, la Coenzima Q10 favorece la síntesis de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para conservar la estructura y elasticidad de la piel. El colágeno aporta firmeza, mientras que la elastina permite que la piel se mantenga flexible y recupere su forma con facilidad. Gracias a este apoyo, la piel se ve más radiante y con un aspecto visiblemente más joven.
Reparación celular:
Otro de los beneficios de la coenzima Q10 es su capacidad para apoyar los procesos de reparación celular. Esto resulta especialmente útil cuando la piel ha estado expuesta a factores como la radiación solar o la contaminación, ayudando a restaurar su equilibrio natural y fortalecer su barrera protectora.
En cosmética, la Coenzima Q10 se aplica de forma tópica para brindar estos beneficios directamente sobre la piel. Por su capacidad para generar energía, proteger frente a agresores externos y mantener la firmeza, se ha convertido en un ingrediente muy valorado en productos antiedad.