La piel seca, tirante y áspera es más común de lo que creemos y suele manifestarse especialmente en codos, manos y pies. A la vez, una piel seca es siempre un terreno propicio para la aparición de eccemas y si bien los primeros signos de sequedad pueden no causar molestias excesivas, si se los ignora las probabilidades de que la resequedad se agrave aumentan.